Un mejor Fort Worth para mis hijos
Como padre de tres hijos, mi visión para Fort Worth va más allá de mi aula y hacia el futuro que deseo para mis propios hijos. Como cualquier padre, quiero que mis hijos crezcan en una ciudad donde tengan acceso a escuelas excelentes, vecindarios seguros y una comunidad que invierta en su éxito. Quiero que se sientan orgullosos de la educación que reciben y que sepan que su potencial no tiene límites.

Las decisiones que tomemos hoy darán forma a las oportunidades disponibles para nuestros hijos mañana. Por eso estoy comprometido a garantizar que nuestras escuelas prioricen el rendimiento estudiantil, retengan y apoyen a educadores de alta calidad y fomenten un entorno donde cada niño pueda prosperar. Mi experiencia como maestro y padre me da una perspectiva única—una que entiende la importancia de la educación no solo como un tema de políticas, sino como una responsabilidad personal hacia las generaciones futuras.

Esta elección es una oportunidad para que reimaginemos lo que es posible para el Distrito 4. Es una oportunidad para construir un sistema escolar que eleve a cada estudiante, valore a cada maestro y empodere a cada familia. Estoy listo para luchar por esa visión y los invito a unirse a mí para hacerla realidad.

¿Quién soy?

Infancia y antecedentes
Nací en Fort Worth, Texas, en 1998, en una familia que me inculcó los valores de la fe, la resiliencia y la comunidad. Mi padre, un inmigrante de primera generación, siguió su vocación como pastor mientras navegaba por las complejidades de los procesos de inmigración. Su viaje fue de sacrificio y determinación inquebrantable—trabajando incansablemente para servir a los demás mientras se esforzaba por construir un futuro mejor para nuestra familia.

Al crecer, vi a mi padre dedicar su vida a elevar a quienes lo necesitaban, ya fuera brindando orientación espiritual, abogando por las familias o simplemente siendo un pilar de apoyo para nuestra comunidad. Su ejemplo dejó un impacto profundo en mí, moldeando mi creencia en el poder del servicio y la importancia de defender a aquellos que a menudo son pasados por alto.

Desde una edad temprana, me volví muy consciente de las barreras que muchas familias en nuestra comunidad enfrentaban—barreras en la educación, la estabilidad económica y la igualdad de oportunidades. Estas experiencias me inculcaron un profundo sentido de responsabilidad y un impulso por ser parte de la solución. Sabía que si quería marcar la diferencia, debía comenzar por equiparme con las herramientas necesarias para abogar por un cambio significativo.

Trayectoria educativa
Mi camino hacia la educación superior no fue fácil. Asistí a UCLA, donde trabajé en dos empleos para mantenerme. Equilibrar los estudios con el trabajo fue un desafío, pero reforzó algunas de las lecciones más valiosas de mi vida—perseverancia, determinación y adaptabilidad.

Mi trayectoria académica ha estado marcada por una profunda pasión por las políticas educativas, los estudios legales y el análisis histórico. Obtuve mi título universitario en UCLA, donde me enfoqué en la intersección entre la historia, el derecho y las políticas sociales que afectan la educación y a las comunidades marginadas. Estos estudios me brindaron un entendimiento sólido sobre las desigualdades sistémicas y el papel fundamental de la política en los resultados educativos.

Para ampliar mis conocimientos en educación y liderazgo, obtuve una maestría en Educación en Relay Graduate School of Education. Durante mis estudios de posgrado, me especialicé en liderazgo educativo, prácticas equitativas en el aula y estrategias basadas en datos para mejorar el rendimiento estudiantil. Esta formación ha reafirmado mi compromiso de asegurar que las políticas educativas en todos los niveles promuevan la equidad y el acceso a oportunidades para todos los estudiantes.

A través de mis experiencias, llegué a comprender que la educación es mucho más que un sistema de escuelas y aulas—es el catalizador más poderoso para la transformación, capaz de romper ciclos de pobreza, empoderar comunidades y crear nuevas oportunidades para las generaciones futuras. Mi tiempo en UCLA solidificó mi pasión por la equidad educativa y fortaleció mi determinación de luchar por los estudiantes que, como yo, han enfrentado obstáculos en su camino hacia el éxito.

Experiencia como docente
Durante los últimos cuatro años, he tenido el honor de servir como maestro. Actualmente, soy maestro de sexto grado en IDEA Edgecliff Academy en el Distrito 4. Cada día entro en mi aula con el compromiso no solo de enseñar, sino también de orientar, abogar e inspirar a mis estudiantes a creer en su potencial.

Mi rol como educador me ha brindado una visión directa de los desafíos que enfrentan nuestras escuelas. He visto cómo las disparidades en los recursos limitan las oportunidades, cómo la lucha por retener maestros impacta el aprendizaje de los estudiantes y cómo el bajo rendimiento histórico sigue afectando los resultados académicos. Pero también he sido testigo de algo extraordinario—la resiliencia de nuestros estudiantes, la dedicación de nuestros maestros y el poder transformador de una educación de alta calidad cuando los estudiantes reciben el apoyo que necesitan para prosperar.

Más allá del aula, he trabajado estrechamente con familias, asegurándome de que tengan acceso a los recursos y la orientación necesarios para ayudar a sus hijos a tener éxito. He colaborado con otros educadores para desarrollar estrategias que cierren las brechas de rendimiento y brinden experiencias de aprendizaje significativas. Mis experiencias han dejado algo en claro: el cambio real es posible, pero requiere líderes que comprendan estos desafíos a nivel personal y estén comprometidos a tomar acción.

Por qué me postulo
El Distrito 8 ha enfrentado durante mucho tiempo desafíos sistémicos en la educación. Según los Informes de Desempeño Académico de Texas, nuestro distrito constantemente se encuentra por debajo de los promedios estatales en áreas clave como lectura, matemáticas y tasas de graduación. Estas estadísticas no son solo números—representan estudiantes que no están recibiendo las oportunidades que merecen. Representan familias que luchan por navegar un sistema educativo que debería trabajar para ellos, no en su contra.

Me postulo para la junta escolar del Distrito 4 porque creo que cada niño, sin importar su origen, merece acceso a una educación excelente. Creo que nuestras escuelas deben ser lugares donde los estudiantes sean desafiados, apoyados y preparados para el éxito—no solo en el aula, sino en la vida.

Como alguien que ha vivido y trabajado en este distrito, aporto tanto experiencia como un compromiso inquebrantable para abogar por políticas que cierren las brechas de rendimiento, inviertan en los maestros y garanticen que nuestras escuelas tengan los recursos que necesitan. Entiendo las dificultades que enfrentan nuestras familias porque las he vivido. He trabajado con los estudiantes que más necesitan nuestro apoyo y he visto lo que pueden lograr cuando se les brindan las oportunidades adecuadas.

No soy un político de carrera—soy un educador, un miembro de la comunidad y un producto del mismo sistema que busco mejorar. Mi campaña no se trata de política; se trata del futuro de nuestros estudiantes y de la responsabilidad que tenemos de garantizar que cada niño tenga las herramientas que necesita para triunfar.

Juntos, podemos crear las escuelas que nuestros estudiantes merecen.